Lapislázuli es una galeria arte online especializada en pintura contemporanea y focalizada en promocionar la obra de artistas a partir de la representación, la edición de catálogos y el comisariado de exposiciones con Armando Seijo, Javier Sánchez Bellver y Diego Cortés como artistas principales
IÑAKI DOMINGO:
BAJO LAS SOMBRAS
18 MAYO - 15 JUNIO 2024
C/ CONDE DE VISTAHERMOSA 3,
28019 MADRID
MARTES-VIERNES: 11-14H / 17-2OH
SÁBADO: 11-14H
Bajo las sombras
2020
Fotografía a color
36,4 x 28,1 cm c/u
Ed. 3 + 1 P.A.
El proyecto "Bajo las sombras" de Iñaki Domingo está formado por un conjunto de 45 fotografías a color realizadas en un pequeño rincón de su propio domicilio. A partir un hallazgo mínimo (un fenómeno lumínico que tiene lugar en un ventanal de su hogar durante determinadas semanas del año) que genera un efecto óptico, consigue desvincular el contorno de su relleno en una figura. Motivado por un contexto de reclusión forzosa (el confinamiento, durante la pandemia sanitaria), el artista decide llevar a cabo un proyecto fotográfico en el que registra con insistencia las variaciones lumínicas que se dan dentro de este espacio mínimo con el fin de generar un nuevo universo visual. Bajo las sombras – Iñaki Domingo En el periodo más estricto del confinamiento motivado por la crisis sanitaria de la Covid-19, nos vimos obligados a reducir al máximo nuestra actividad y a permanecer, salvo en contadas ocasiones, recluidos en nuestros hogares. Necesité cierto tiempo para acostumbrarme a convivir con la sensación generalizada de desasosiego, no obstante, traté de continuar con mi actividad artística con normalidad: busqué el modo de intentar darle la vuelta a la situación y dediqué mi energía a aprender a ver las virtudes derivadas de esta limitación de movimiento, en lugar de sus defectos. Así, aminoré mi ritmo vital y reduje mis rutinas al máximo. La quietud lo invadió todo, y eso me llevó a hacerme más consciente del espacio que habitaba, a detenerme a observar con más detalle cada rincón de mi vivienda, y también a preguntarme si, incluso en estas condiciones de escasez, sería capaz de encontrar la forma de canalizar mis ideas para crear un nuevo cuerpo de trabajo que representase un avance en mi línea de investigación, pero que a la vez incorporase nuevos elementos que hablasen, de forma simbólica, de la situación que atravesábamos. Casi sin darme cuenta, había surgido un reto, y decidí agarrarme a él para atravesar el periodo anómalo e incierto que nos tocó vivir. Reparé en un espacio muy acotado de aquel salón (estableciendo así un nuevo límite dentro del límite ya impuesto), un pedazo de la ventana que daba a la calle y en el que, durante algunas semanas de la primavera, se dio un fenómeno lumínico, que registré en la serie de fotografías titulada Bajo las sombras. Las ventanas adquirieron gran relevancia durante aquel periodo, al ser el elemento que nos permitió mantener una conexión con el mundo exterior. Todos, en mayor o menor medida, pasamos parte de nuestro tiempo mirando a través de nuestras ventanas, y se convirtieron en un nuevo marco de observación de la realidad. Por otro lado, la ventana tiene una fuerte carga simbólica en la historia de la fotografía, al estar inevitablemente relacionada con la acción de fotografiar (tanto el marco de la ventana como el de la cámara acotan, condicionan y redefinen nuestro campo de visión). No han sido pocos los artistas, entre otros André Kertész o Merry Alpern, que nos han contado la realidad que veían a través de sus ventanas. Además, a raíz de la famosa exposición Mirrors and Windows, celebrada a finales de los años 70 del siglo XX en el MoMA y comisariada por John Szarkowski, quedó establecida una clasificación entre el “fotógrafo ventana”, que registra el mundo exterior con su cámara, y el “fotógrafo espejo”, que se ocupa de fotografiar su universo interior. Las imágenes de este proyecto se sitúan en un espacio intermedio respecto a las categorías propuestas por Szarkowski. Son fotografías que emplean la ventana, pero no como medio, pues no es un vehículo para la observación, sino como fin, al ser el objeto de observación en sí. Es decir, la ventana se convierte aquí casi en un espejo, pero no “en el que mirarse” sino “al que mirar”. Este es el contexto teórico en el que se enmarca esta serie de imágenes, que muestran múltiples posibles variaciones sobre un motivo tan ínfimo y en apariencia insignificante como es el efecto de la luz sobre la superficie del cristal de una ventana que, durante una época y bajo unas determinadas circunstancias, ha sido, además, una superficie de proyección de lo que sucedía en el mundo exterior. Este particular fenómeno lumínico viene dado por la posición de aquella vivienda respecto al sol en cierta época del año, y por la lámina de plástico esmerilado que en su momento ubiqué en la parte inferior de la ventana para tener mayor intimidad en la vivienda, y que se convirtió, fortuitamente, en una pantalla traslúcida que podía ser observada desde sus dos caras. Gracias a ello, pude situarme en la cara interna de la ventana y sin embargo ver lo que sucedía fuera (mirar “lo de dentro” y ver “lo de fuera”), a través de la proyección de las sombras y reflejos de los elementos situados en el exterior sobre la ventana/espejo/pantalla: en primer plano se reconoce una planta, y desenfocados, al fondo, elementos que van variando, como coches aparcados, personas pasando o mobiliario urbano. Durante las semanas que tuvo lugar el fenómeno, registré esta situación con dedicación e insistencia, y traté de mantener un nivel de curiosidad constante hacia el motivo, ya que en cada nueva situación lumínica aparecían detalles que la diferenciaban de la anterior. Además, cada vez que tomaba la cámara para fotografiar, no dejaba de hacerlo hasta tener la sensación de que había agotado la situación. Casi la misma imagen cada vez, pero siempre ligeramente distinta e incorporando ciertas variaciones respecto a las anteriores, lo que las convierte en únicas. Esta suma de pequeñas acciones repetitivas, a modo de sencillos ejercicios rutinarios, me ayudaron a mantener la mente activa durante este tiempo y me permitieron comprobar, nuevamente, cómo el compromiso con nuestras ideas en el tiempo tiene la capacidad de transformar la realidad y convertir una leve intuición inicial, fruto de una situación adversa, en un cuerpo de trabajo que habla sobre mis intereses creativos y deja constancia de mi paso por el mundo en una época y bajo unas circunstancias tan particulares como estas. Este proyecto ha sido financiado gracias a las Ayudas para la investigación creación y producción artística en el campo de las artes visuales 2020 del Ministerio de Cultura.